El terroir de Galinière, entre 200 y 500 metros sobre el nivel del mar, soleado y bien ventilado, presenta una baja incidencia de enfermedades. Como resultado, solo se requieren de cuatro a cinco tratamientos al año, una verdadera proeza en la agricultura ecológica. Medimos el flujo de savia para regar solo cuando es necesario. ¿Y para el desherbado? Cero productos: son las ovejas las que lo hacen antes de la brotación (emergencia de las yemas).

Las uvas llegan por la noche y se introducen en la prensa, sin macerar para mantener un color pálido. Tras el prensado, el mosto se devuelve al depósito. Se realiza una maceración sobre lías para realzar la riqueza y los aromas. A continuación, comienza la fermentación alcohólica a baja temperatura para expresar todo el potencial de las uvas. Parte de la fermentación se realiza en barricas. La adición de madera realzará su dulzor, un toque rico y complejo. La crianza se realiza sobre lías, y estas se mezclan para realzar la riqueza en boca, como en los grandes vinos blancos.

La cosecha se embotelló en Meursault, Borgoña. Sí, gracias a la Indicación Geográfica Protegida, es posible embotellar vinos fuera de la región de producción, siempre que se respeten las normas. En cuanto a la etiqueta, es retro, un poco kitsch. ¡Con un toque mediterráneo!