Conejo Imperial, Antílope Tibetano (anteriormente Château Clos Bel-Air), Château Lapin d'Or (en lugar de Château Tour Saint-Pierre), estos nombres tan inusuales en la región de Burdeos aparecen ahora inscritos delante de ciertos castillos de la región. Si bien la información había pasado relativamente desapercibida hasta entonces, el asunto se hizo público recientemente cuando Philippe Sollers, escritor de Gironda, cuestionó a Alain Juppé, quien, según él, había permitido este cambio de nombre.

Algunas personas se divierten y otras se enfadan.

Mientras que algunos vinicultores se divierten con estos cambios, explicando que los cambios en los nombres de los châteaux son comunes en la industria vitivinícola y que las denominaciones siempre se conservarán por ley, otros se muestran molestos por esta apropiación de nuestra historia, entristecidos porque los nombres ya no corresponden al terroir ni a las localidades. De las más de 6.000 bodegas de Burdeos, casi 150 han sido adquiridas por consorcios chinos en los últimos diez años, y hasta la fecha se han producido cuatro cambios de nombre. Una tendencia

6.000 bodegas en Burdeos, de las cuales 150 compradas por los chinos = 4 cambios de nombre

Marketing dirigido

Estas etiquetas renovadas están dirigidas a los consumidores del Reino Medio, quienes tienden a identificarse con estos nombres, que evocan felicidad y equilibrio. Marketing dirigido y una sólida propuesta de venta para este mercado, que importa 65 millones de botellas de vino de Burdeos al año.

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