¡Comencemos con BIB (Bag-In-Box)!
No, no se trata del último accesorio de moda, sino de una marca registrada de la empresa Smurfit Kappa , un nombre muy elegante, lo reconozco.
¿Qué es BIB?
El Bag In Box (que literalmente significa "bolsa en una caja") o BIB por su nombre corto, nació un buen día de 1955 en Estados Unidos. Se utilizó por primera vez en productos alimenticios como la leche, por ejemplo, para conservarlos por más tiempo. No lo confundas con el "contenedor", que permitía transportar productos, pero no conservarlos.
Recuerdo comprar bidones de vino de 30 litros y embotellarlos en casa. ¡A menudo era motivo de una gran fiesta con amigos!
Gracias al BIB, esta operación ya es cosa del pasado... Su uso es tanto para los amantes del aperitivo en casa (preferiblemente cómodamente sentados en el sofá) como para restaurantes y para servir vino por copas. Con este dispositivo de conservación, adiós a las botellas de vino abiertas que se quedan en la nevera durante días.
¿Cómo funciona el BIB?
En cuanto a la capacidad, el BIB varía de 1,5 a 1000 litros (nada menos). ¿Su diseño? Una caja de cartón que encierra una bolsa impermeable y flexible, hecha de una película multicapa que se deforma por la gravedad al extraer el contenido. Esta queda así protegida de la oxidación mediante una válvula antirretorno. ¡Qué locura! Resultado: nuestros preciados néctares se conservan y miman como nunca antes, y su transporte se realiza con facilidad.
Para personas comunes como tú y yo, la capacidad de almacenamiento varía de 2,25 a 10 litros. ¡Eso equivale exactamente a 3 botellas de vino! Puede conservarse hasta 6 semanas o incluso dos meses después de abrirse gracias a su sistema de vacío. No dejes que nadie te pille arruinando una buena cosecha con eso...
¿Podemos conservarlo por mucho tiempo?
Personalmente, recomiendo beber el vino dentro de las 4 semanas posteriores a su apertura. Lo experimenté personalmente para una guía BIB publicada por Marabout: durante una cata el mismo día, 15 días después y, finalmente, 5 semanas después. Pasados los 30 días, el vino empieza a deteriorarse, por lo que conviene beberlo antes.
Cabe mencionar que el BIB no está diseñado para guardarse en una bodega durante varios años. Su propósito es compartirlo y facilitar su consumo.
Es un poco como el cubi, ¿verdad?
¡Para nada! El cubi (nombre real: cubitainer) es el antecesor del BIB. La diferencia es simple: el cubi deja pasar el oxígeno durante el servicio, por lo que el vino se deteriora rápidamente. Adiós a la buena calidad después de unos días. Por el contrario, el BIB es más moderno y cuenta con una válvula antirretorno, lo que permite una conservación mucho más prolongada.
La clave del éxito del BIB es que se puede conservar directamente en el frigorífico y poder servirte lo que quieras, cuando quieras, en casa, como aperitivo en el jardín, en la terraza... La dolce vita, en definitiva.
¿El pequeño extra que marcará la diferencia? ¡El vino que lleva dentro, por supuesto! Antes usábamos cubis para vinos comunes. Ni que decir tiene, su reputación era bastante mediocre entre los amantes del buen vino. Esos tiempos se acabaron, queridos amigos. A partir de ahora, los vinos de buena calidad se guardan en nuestros queridos BIB. Así que pueden recomendarlo sin dudarlo.
¿Y qué tipo de vino encontramos en él?
En Petit Ballon, hemos decidido crear nuestros propios BIB con tres envases diferentes: blanco, rosado y tinto, para todos los gustos. La selección de vinos (orgánicos, por favor) fue preparada con antelación por mí. En el menú: calidad, calidad, calidad (¿lo pillas?).
Según el director de la división Bag in Box de Smurfit Socar –un nombre del que probablemente nunca nos cansaremos– se trata del envase más competitivo frente al litro envasado.
Más práctico que la botella, podría impulsar el consumo de vino. Y en Petit Ballon, con su formato mini de 2,25 l (para 3 botellas de vino), ¡es súper práctico! En resumen, ¡un gran éxito en perspectiva!