¿Por qué el vino siempre da placer?
#1: Porque es compartido.
¿Qué mejor regalo de Navidad que una buena botella de vino para compartir con familiares o amigos? La reina de la noche, sentada en su trono, disfruta de la velada juntos.
#2: Porque es una cuestión cultural.
En Francia, ¡el vino también forma parte de la historia! Pionero en levantar la moral de nuestras tropas durante las guerras y estrella internacional, estamos muy orgullosos de él.
#3: Porque nos lleva a un viaje.
Como principal productor mundial (bueno, a veces el segundo), a menudo se nos considera los reyes del vino. Pero aun así, nos sentimos tentados a llevar nuestras papilas gustativas de viaje a Italia, España, Sudáfrica, Portugal e incluso Chile.
#4 Porque nos hace ver la vida en todos sus colores.
Rosado, tinto, blanco, vino, hay para todos los gustos y para todas las situaciones.
#5 Porque hace vibrar nuestras papilas gustativas.
Es bien sabido que qué mejor manera de realzar nuestras comidas que con un simpático globito.
#6 ¡Porque es una sorpresa con cada nueva botella!
Con cada nuevo descubrimiento, seguro que te sorprenderás. A veces más ligero, más afrutado, menos tánico, más seco; en resumen, un antidepresivo que rompe la rutina gracias a su efecto sorpresa. ¡Sí!
#7 Porque las etiquetas suelen ser una LOCURA.
¡Tu botella es una obra de arte y tú puedes ser el artista!
#8 Porque es bueno para tu salud.
¿Quién no ha oído alguna vez la frase: “Beber una copa de vino al día es bueno para la salud”?
#9: ¡Porque todo el mundo puede hablar de ello!
¿Quién dijo que hay que ser enólogo para hablar de vino? ¡Los vinos se aprecian sin tonterías!
#10 Porque todo lo bueno debe llegar a su fin…
Debe consumirse con moderación.