Llegan las vacaciones de verano, lo que significa la oportunidad perfecta para hacer un viaje por carretera por Francia y más allá, explorando los viñedos. Aquí tienes nuestros 5 consejos para que aproveches al máximo tu ruta vinícola y conozcas a los vinicultores.

	AVISA CON ANTELACIÓN Los enólogos son personas apasionadas; les encanta que te interese lo que hacen, que les hagas preguntas, que quieras probar el fruto de su trabajo, ¡pero no en cualquier momento! Algunos tienen horario de apertura, y otros no abren necesariamente al público todos los días. En ese caso, no dudes en llamarlos para ver si estarían dispuestos a dedicarte algo de tiempo y, de ser así, cuándo.
	VARÍA LOS PLACERES Si has decidido visitar varios viñedos, es el momento de descubrir las diferentes formas de cultivo de la vid. Investiga las particularidades de cada uno y quizá puedas degustar la misma variedad de uva, trabajada de dos maneras distintas, o incluso observar las diferencias de tratamiento según la variedad, el terroir y la edad de la vid. Una excelente manera de disfrutar y aprender a la vez.
	PLANEA UN DESCANSO PARA COMER Cuando piensas en vino, ¡sabes que la buena comida siempre está cerca! A veces, las bodegas tienen restaurante u ofrecen picnics preparados, lo que te permite degustar maridajes de comida y vino cuidadosamente seleccionados. Pero si prefieres lo artesanal, no dudes en llevar comida, comprar una botella allí mismo y disfrutar del paisaje.
	BEBER CON MODERACIÓN Durante una cata, siempre se ofrece una escupidera a quienes no quieran beber, pero muchos no estamos acostumbrados y no nos gusta. Pero después de catar varios vinos, ¡cuidado con las mezclas! Recomendamos beber un poco de agua después de cada 3 vinos catados, o tomar un pequeño sorbo de vino para hacerse una idea, antes de usar la escupidera.
	¡SEA CURIOSO! Nunca nos cansamos de repetirlo, pero cuando visitas una bodega (sobre todo las más pequeñas), te enfrentas al trabajo de toda una vida, y a menudo de varias, ¡porque las generaciones se suceden! Así que lo mejor es preguntarles el famoso "cuándo, cómo, por qué". ¡Y verás, saber todo esto le dará otra dimensión a la cata!