Primero, recolectamos vitaminas urgentemente.

Al despertar: piensa en plátanos para obtener potasio y vitamina C. ¿No tienes plátanos? Ve al supermercado; un poco de actividad no te hará daño, ya que libera endorfinas que te ayudarán a recuperar el ritmo. También puedes optar por un buen caldo o una sopa rica en minerales como la sopa de miso.

Sabemos que no te va a encantar la idea, sobre todo después de haber bebido demasiado, pero las ostras son las mejores. ¿Por qué?, te preguntarás. Por su alto contenido de zinc. Pero no te obligamos; ¡tú controlas tus acciones!

En segundo lugar, tendrás que lidiar con ese pequeño y muy desagradable dolor de estómago.

Rápido, calentemos arroz, tomemos un buen citrato de betaína y hagamos una excepción bebiendo un "piss mémé". Y sí, lo siento por ustedes, pero una buena infusión desintoxicante con jengibre, un té verde con menta (ambos combaten las náuseas) o un poco de manzanilla son muy efectivos.

Y luego siempre está la solución a corto plazo: ¡llama a tus amigos y sal a disfrutar de otra noche desenfrenada! Tu nivel de alcohol volverá a subir, tus síntomas serán menos graves... pero al día siguiente estarás leyendo este artículo desde el principio...