Cata de vino y cerveza: ¿cuáles son las diferencias?
Catar, ya sea vino o cerveza, es un arte sutil. Pero ya sea para ampliar tus conocimientos o para desafiarte con amigos, ¡este momento siempre es una fuente de aprendizaje! Sin embargo, a pesar de algunas similitudes, catar estas dos bebidas tiene sus propias particularidades, en las que nos centraremos hoy.
¿Listos? ¡Vamos, a disfrutar!
Criterios de cata: de los ojos a las papilas gustativas
Para el vino: La cata de vinos se divide en tres etapas principales: visual, olfativa y gustativa. Visualmente, evaluamos el color del vino, la intensidad y la claridad, lo que puede dar pistas sobre su edad y la variedad de uva. Olfativamente, primero exploramos los aromas vinculados a las variedades de uva (aromas de frutas, flores, especias, etc.) que nos permiten identificar (¡o probar!) las variedades de uva presentes. Con la experiencia, también podemos detectar los llamados aromas secundarios (que provienen de la etapa de fermentación y el tipo de levadura utilizada) o aromas terciarios (vinculados a la maduración del vino, su envejecimiento: aromas amaderados, especiados) que pueden dar pistas sobre su edad. Finalmente, la cata en boca nos permite percibir la estructura del vino, su equilibrio entre acidez, azúcar, alcohol y taninos, así como su longitud en boca.
En el caso de la cerveza: La cerveza también se juzga por su apariencia, aroma y sabor, pero con criterios ligeramente diferentes. La apariencia incluye el color, pero también la claridad, la limpidez y la naturaleza de la espuma. A nivel olfativo, las cervezas pueden desprender aromas a malta, lúpulo, levadura y, en ocasiones, a complementos como especias o frutas. El sabor, a menudo más directo y menos sutil que el del vino, se compone de cinco sabores básicos: dulzor, salinidad, acidez, amargor y umami. En boca, también se perciben la efervescencia, el cuerpo, la sensación de alcohol y la persistencia.
Una gran diferencia entre la cata de cerveza y la de vino.
Al catar vino, es costumbre que los profesionales lo escupan. Esto se debe a que al escupirlo en la boca, se pueden experimentar todos sus sabores y características.
Sin embargo, con la cerveza no ocurre lo mismo, ¡y por dos razones principales!
En primer lugar, el lado carbonatado de la cerveza se nota y se disfruta al tomar un sorbo. Además, el amargor, una característica esencial de las bebidas lupuladas, también se percibe con mayor facilidad al tragarlas. Así que, cuando se trata de disfrutar de la cerveza (y del vino), ¡lo hacemos con moderación!
También hay una diferencia importante en el orden de los pasos de cata: se huele la cerveza antes de mirarla, ya que algunas moléculas aromáticas son muy volátiles, y la efervescencia también contribuye a esta volatilidad. Al introducir la nariz inmediatamente, se pueden percibir aromas que desaparecerán rápidamente.
Cómo mejorar tus habilidades de cata
¿Después de la teoría, hora de practicar?
Sí, no hay ningún secreto. Si quieres mejorar tus habilidades de cata de vinos y cervezas, necesitas practicar y educar gradualmente todos tus sentidos: olfato, papilas gustativas, etc.
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