El vino no se elabora en septiembre, coincidiendo con la vendimia. La vendimia es simplemente el resultado de un año de trabajo. De hecho, el vinicultor trabaja en armonía con la vegetación en general, o mejor aún, con su vid en particular. Por ello, es interesante conocer las diferentes etapas de este trabajo. Aquí hay una tabla que explica de forma sencilla lo que podría resultar complicado en boca de un enólogo o técnico vitivinícola. La vegetación y el hombre se unen para nuestro mayor placer.

Estadio fenológico: período de referencia individualizado en el crecimiento o desarrollo de una planta.

Llorón: ascenso de la savia a principios de la primavera. El flujo de savia nueva gotea de las puntas de los sarmientos podados e indica la reanudación de la actividad del sistema radicular.

Brotación: Época del año en que se abren los brotes.
Cuajado: formación del fruto tras la fecundación de la flor.
Envero: época del año en la que la uva se hincha y adquiere un color rojo brillante o amarillo translúcido.

Coplantación: sustitución de plantas muertas o deficientes con el fin de respetar la densidad requerida para la denominación y restablecer la rentabilidad de la parcela.

Desbrote: eliminación de brotes mal posicionados en la vid.

Levantamiento: consiste en colocar los sarmientos entre el alambre doble tensado en medio del espaldero para evitar que se vayan en todas direcciones, tensando luego los alambres mediante una grapa.

Aclareo: consiste en retirar los racimos del segundo nivel conservando los de la base que son los más nutridos porque se benefician de la savia ascendente.

Desmoche: consiste en reducir los extremos de los sarmientos durante el crecimiento para limitar su expansión, favorecer la aireación de la cepa y la penetración del sol.

Recorte: consiste en cortar los extremos de las ramas en crecimiento para formar un seto muy regular.