¿Cómo degustar un rosado?
¡Llegaron las fiestas y siempre es momento de beber un buen rosado! Un rosado se disfruta como cualquier otro vino en tres pasos:
1. El ojo o el vestido
Los colores pueden variar desde un tono frambuesa (vino del Loira) hasta un color salmón (vino de Provenza), pasando por un rubí muy claro (Bordeaux Clairet, Tavel) o piel de cebolla (rosado añejo). Hoy en día, la tendencia es hacia un color rosa muy pálido, casi indistinguible del de un vino blanco.
2. La nariz
En los rosados encontramos principalmente aromas primarios, es decir notas de frutos rojos (grosella, frambuesa, fresa, cereza, etc.), notas de flores (peonía, rosa, fresia, etc.) y para algunos, procedentes de grandes terruños, notas minerales.
3. En la boca
Nos inclinamos más por la sensación de vino blanco, generalmente seco (excepto ciertos vinos del Loira como el Cabernet d'Anjou). A veces se percibe una ligera sensación tánica en rosados con maceraciones más largas (Bandol, Corbières) o variedades de uva más tánicas (Syrah, Cariñena, Cabernet Franc).
Guardia
Los vinos rosados generalmente deben beberse dentro de los dos años siguientes a su producción, excepto algunos como el Bandol que pueden conservarse hasta cinco años.
Acuerdos
Toda la gastronomía de verano, pero no solo. Pescados, carnes blancas, platos con tomate, verduras rellenas, quesos de cabra...
Servicio
Como un vino blanco, 10° para rosados con fuerte graduación alcohólica, 12° para rosados más ligeros.
Bono. Un pequeño consejo de Jean-Michel.
Si tu rosado no está frío, puedes usar cubitos de hielo, pero no cualquier cubito. Compra uvas grandes de Italia y congélalas. Se convertirán en cubitos de hielo elegantes que no diluirán el vino.