Comprar su vino en la finca
Así que, el tour ha terminado, el enólogo te ha dedicado una hora de su tiempo, es muy amable, y ahora te deja catar su vino. ¿Deberías ceder? ¿Te sientes culpable, un poco obligado a irte con una botella?
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¿No comprar es hacer trampa?No hay obligación de comprar. Ese es el trato, y el enólogo sabe que podría suceder, claro. Pero si de verdad no quieres pasar vergüenza, siempre puedes comprar algunas botellas para regalar a tus amigos o como recuerdo de este maravilloso día. |
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¿Y SI QUIERO COMPRAR?Sin duda, catarás y quizás apreciarás la añada, pero nunca te decidas por una compra en grandes cantidades al momento. Te aconsejo comprar una o dos botellas y disfrutarlas tranquilamente en casa. Luego, haz un pedido al enólogo si aún te gusta. Es mejor pagar el envío que tener botellas que no te gustan en la bodega. |
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¡EL CONTEXTO IMPORTA MUCHO!Vas a la Riviera Francesa y visitas una sala de catas. Compras 36 botellas de rosado de Côtes-de-Provence. Estaba fantástico, en pantalones cortos, con cigarras en las orejas, a la sombra de un plátano bajo un hermoso cielo azul. En realidad, todos los rosados son estupendos en este entorno. De vuelta a casa, adiós a las cigarras, los cielos azules y el relax: el rosado ya no es tan bueno. Y siempre termina en salsa. |
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PACIENTE CON LA COMIDADesconfíe de los vinicultores que ofrecen queso y otros embutidos para acompañar sus vinos. ¡Quizás sea para ocultar algún defecto de la bebida! Disfrútelo con un trozo de pan blanco. ¡El queso y las salchichas son para después de la cata! |