Vino y queso: ¡Volvemos a lo básico!
Vino y queso: ¡adelante, nombra una mejor combinación!
Este febrero, volvemos a visitar a la pareja más aclamada de la gastronomía francesa para repasar los fundamentos del maridaje de quesos y vinos. ¡Vamos!
Consejo número 1 : Elegir un vino y un queso de la misma región es una apuesta segura.
Si solo recuerdas una cosa, ¡es esta! Para no equivocarte, puedes basar tu decisión en maridajes regionales. Un queso de una región maridará de maravilla con sus vinos típicos.
Consejo número 2 : ¡El vino blanco también es bueno!
Un error común es pensar que el vino tinto marida mejor con queso. Es cierto, pero el vino blanco también marida a la perfección con el queso. De hecho, se recomienda el vino blanco cuando hay una gran variedad de quesos, como en una tabla de quesos. Sí, mi querido Jamy, porque los taninos del vino tinto acentúan el sabor salado del queso; por lo tanto, el vino blanco es más versátil.
Consejo número 3 : Olvidarás los taninos
Cuando se trata de queso, ¿prefieres el vino tinto que mancha? No necesariamente. Los taninos tienden a hacer que el queso tenga un sabor menos delicioso. Así que, opta por vinos sin demasiados taninos para maridar con quesos.
Consejo número 4 : Cuanto más fuerte sea, más cuerpo tendrá.
Un queso muy fuerte necesitará un vino con cuerpo, ¡y viceversa! Un queso de cabra suave se disfruta mejor con un Sancerre Blanc, mientras que un Maroilles se adapta mejor a un Pomerol, por ejemplo.
Consejo número 5 : No guardes lo mejor para el final
Finalmente, incluso si, como nosotros, cree que el queso es lo mejor de la comida, le aconsejamos que nunca sirva el mejor vino con queso. Al contrario, los vinos demasiado añejos suelen encontrar una segunda vida con el queso adecuado.