¿Bastante honesto? ¿Travieso? ¿Tierno? Estas son las preguntas que nos hacemos al tener la carta de este restaurante en nuestras manos. Aquí no elegimos los platos que queremos probar, sino las sensaciones que queremos experimentar.

Ubicado a pocos pasos de la Gare de Lyon, Maguey ofrece una nueva perspectiva culinaria con la que su creadora Shu Zhang soñó cuando aún estudiaba en Centrale Paris. Apasionada por la cocina y la gastronomía, sueña con compartir sus creaciones e ideas.

Se le ocurrió el concepto de Maguey tras una estancia de seis meses en México. Este concepto le impactó, ya que es muy atenta a lo que siente al comer. Posteriormente, se embarcó en unas prácticas en CAP Cuisine. Encontró un puesto en La Closerie des Lilas, una histórica brasserie de París, junto al chef Jean-Pierre Cassagne. Rápidamente entabló amistad con Vivien Loison y luego con Jonathan Gérard, chefs de la sección Garde-Manger y Poisson, respectivamente. Les contó su proyecto y aceptaron formar parte de la aventura. Así nació la fórmula de los cuatro adjetivos.

Los adjetivos definen platillos que unen diferentes culturas de tres continentes. La cultura francesa, con sus métodos y técnicas culinarias. La cultura china, a través de los orígenes de su creador Shu Zhang, con productos cotidianos como el jengibre, la salsa de soya y las algas. Japón, por la exquisitez de su gastronomía y su forma de utilizar los productos sin distorsionarlos. Y, finalmente, México, por sus numerosos productos aún desconocidos. Este estudio del plato y los sabores también se realiza en torno a la copa de Maguey.

Para abrir este restaurante, Shu Zhang quiso colaborar con Benoît Richert, graduado de la École Centrale y actualmente instructor de cata de vinos, y Thomas Dayras, graduado de la ESCP y titular de la WSET, para la carta de bebidas. Estos dos grandes amantes del vino ya habían colaborado juntos, con una visión muy complementaria del vino, y lograron crear una carta de bebidas original, cercana al espíritu del maguey. Así que, por supuesto, en Petit Ballon nos adherimos y nos encanta.

Finalmente, es imposible no mencionar el restaurante y el lugar en sí, con su paleta de espejos, madera y pintura gris oscuro. Nos quedamos fascinados por el techo diseñado por los arquitectos de Bérengère Giaux.

Maguey es un restaurante que despierta todos nuestros sentidos. Además de deleitar nuestro paladar con deliciosos platillos, la curiosidad y el suspenso permanecen presentes de principio a fin.

Información práctica:

99 rue de Charenton 75012 PARÍS

Comida: entre 14€ y 22€.
Noche: Menú Sensaciones (entrante-plato principal-postre): 39€
Menú Sensaciones con maridaje de comida y bebida: 58€.