Blog ¡Qué rico! Tostada francesa con Mont d'Or: el plato indecente del invierno
Pain perdu au Mont d'Or : le plat indécent de l'hiver

Tostada francesa con Mont d'Or: el plato indecente del invierno

No nos engañemos: en cuanto baja un poco el termómetro, nos volvemos locos por el queso. Y por el queso fundido, a ser posible. Así que aquí tienes una receta que te volverá loco: Tostada francesa con Mont d'Or: ¡sí, has leído bien!

Créenos, ¡en cuanto lo pruebes, te encantará! Y no necesitas ser un auténtico maïté para crear esta obra maestra culinaria: es una receta sencillísima.


La mejor receta de tostadas francesas con Mont d'Or

Preparación 20 minutos – Cocción 20 minutos

Para 6 personas

  • 1 Mont d'Or
  • 4 cebollas
  • 90 g de mantequilla
  • 3 huevos
  • 20 cl de leche
  • 1 cucharada de hierbas provenzales
  • 12 rebanadas de pan de sándwich


Calienta el Mont d'Or en el horno a 180 °C durante 20 minutos. Mientras tanto, corta las cebollas en rodajas y caramelízalas con un poco de mantequilla.

En un bol, bata los huevos con la leche y las hierbas provenzales.


Con la ayuda de un rodillo, aplasta las rebanadas de pan.


Coloque las cebollas caramelizadas sobre un tercio de la rebanada de pan y enróllelas firmemente. Sumerja los panecillos en la mezcla de huevo.
Cocine con la mantequilla restante en una sartén hasta que esté dorado.


Sacar el Mont d'Or del horno y servir acompañado de los palitos de tostada francesa.

¡Tadam, estás listo para un aperitivo con la pandilla!

¿Y qué bebemos con las tostadas francesas con Mont d'Or?

Queso fundido y tostada francesa: una combinación que requiere un maridaje magistral. Para realzar este reconfortante plato sin que resulte pesado, comience con un vino blanco seco. Un Chardonnay sin crianza, como un Bourgogne Aligoté o un Mâcon, aportará una agradable frescura y un toque de limón que contrasta con la cremosidad del Mont d'Or.

Pero no pasemos por alto los tintos ligeros, ¡que también pueden hacer maravillas! Un tinto Borgoña o un Gamay de Beaujolais tienen notas afrutadas y una textura sedosa, perfectas para equilibrar la riqueza del queso. Si prefiere un vino más local, opte por un Mondeuse de Savoie, que le aportará un toque picante.

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Esta receta es del libro Les Apéros Boîtes à Fromage de Guillaume Marinette, publicado por Marabout. La foto es de Oignons de Les Ptit.
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