Receta de crema de calabaza: una reconfortante sopa de otoño con maridaje de vinos
En cuanto las hojas se tornan anaranjadas y la tela escocesa regresa con fuerza, surge un antojo: una buena sopa casera, cremosa, fragante y reconfortante. El velouté de calabaza cumple con creces. ¿Y para realzar este clásico de temporada? ¡Un maridaje de comida y vino bien elegido, por supuesto!
Pero ¿qué vino acompañar esta sopa suave y ligeramente dulce? ¿Es costumbre acompañarla con vino? Sigue la guía: te daremos nuestra receta de velouté de calabaza y te daremos ideas de vinos de otoño para maridar a la perfección.
Ingredientes para velouté de calabaza (para 4 personas)
- 800 g de calabaza o zapallo (butternut, zapallo, según tu gusto)
- 1 cebolla amarilla
- 1 diente de ajo
- 50 cl de caldo de verduras
- 10 cl de nata fresca o leche de coco
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal, pimienta, nuez moscada
Opción gourmet: añadir unas castañas cocidas, trozos de avellana tostada para darle el toque otoñal perfecto o incluso semillas de calabaza.
La receta rápida y fácil de velouté de calabaza
- Pelar y cortar la calabaza en cubos.
- En una cazuela doramos en aceite de oliva la cebolla picada y el ajo picado.
- Añade los cubos de calabaza y el caldo. Deja hervir.
- Cocine a fuego lento durante 20 a 25 minutos, hasta que la calabaza esté tierna.
- Licúa con la crema hasta obtener una mezcla homogénea. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
- Servir bien caliente, acompañado de pan de pueblo, palitos de pan o unos crutones con ajo.
¿Se puede beber vino con sopa?
Una pregunta legítima: ¿el vino y la sopa combinan bien? A primera vista, uno podría pensar que el calor, la textura líquida o la suavidad de la sopa dificultan el maridaje. Y, sin embargo... ¡la sopa no debería estar prohibida en la mesa de maridaje de vinos y comidas!
Solo tienes que elegir el vino adecuado, en función de los ingredientes de tu sopa y su estructura.
En el caso del velouté de calabaza, todo es cuestión de equilibrio:
- Su textura suave y cremosa recuerda la frescura de un blanco seco (por ejemplo, un chardonnay sin barrica de Mâconnais).
- Si la sopa contiene un ligero dulzor (debido a la presencia de leche de coco, por ejemplo, o de castañas), puede requerir un vino ligeramente dulce pero vivo como un Vouvray semiseco.
El pequeño extra : juega con los ingredientes. Para transformar tu sopa en un plato completo y adaptar tu maridaje:
- Con queso rallado: pruebe un vino blanco más rico, como un Chardonnay del Jura.
- Con tocino o lardones a la parrilla: atrévete a probar un tinto ligero, como un Beaujolais Gamay afrutado.
- Con huevo escalfado y champiñones: opte por un vino blanco complejo como Savagnin o Chenin.
En resumen: ¡sí, se puede tomar vino con sopa! Simplemente piensa en el maridaje como lo harías con cualquier otro plato: sabores, texturas e intensidad.