¿Con qué beber el rosado?
Rosados frescos que sacian la sed
Aperitivo en la terraza
Para brindar junto a la piscina, nos gustan los vinos frescos y refrescantes, ¡con sabores mediterráneos! Así que sacamos la tapenade, la anchoa y el hummus. También podemos optar por embutidos (salchichas, rillettes); ¡el rosado le dará vida a la grasa y le dará un toque más ligero!
Picnic al aire libre
¿Vas al parque de picnic? ¡Saca un rosado! Es el acompañamiento perfecto para platos como tartas saladas o ensaladas mixtas. Quiche Lorraine, mini croque-monsieur, tabulé de menta, pepinos a la crema, ensalada Niçoise... ¡Tú decides!
Seriedad con rosados elegantes
Almuerzo familiar
¿Planeas comer a toda la familia? Para complacer tanto a niños como a abuelos, opta por pasta fresca o deliciosos platos de verduras cocidas: canelones, tomates rellenos, berenjenas gratinadas... y acompaña estos contundentes platos con un rosado más intenso.
Cena con amigos
¡Atrévete con un rosado para cenar! Complejo, marida igual de bien con carnes finas, blancas o rojas a la parrilla con hierbas, que con pescados y mariscos. Puedes optar por una ternera asada fría, brochetas de pollo o rape con pimientos, atún con aceitunas... ¡Por supuesto, será el acompañamiento perfecto para una paella informal!
¿Y por último?
Los amantes del queso apreciarán los maridajes originales con quesos frescos como el Broccio o con todos los quesos frescos de cabra.
Para darle un toque gourmet, el rosado alegrará tartas de frutos rojos o negros, tartas de fresas, shortcakes de fresas, crumbles o charlottes de frutos rojos.