Hace un año, trabajamos con William de Domaine Jonquères d'Oriola en un proyecto alucinante. Para quienes se lo perdieron, ¡se lo contamos todo! Es la historia de una idea loca: envejecer el mismo vino durante un año, uno en la hondonada de una montaña y el otro junto al mar. ¡Y al final, podrán catarlo!

No es la primera vez que hablamos de William, del Domaine Jonquères d'Oriola . Hay viticultores así, cuya filosofía encaja a la perfección con la de Petit Ballon, y con quienes nos complace enormemente trabajar, así que ¿por qué privarnos de ellos?

EL VITICULTOR

William vive en los Pirineos Orientales, uno de los pocos departamentos de Francia donde hay mar y montaña a más de 2000 metros de altitud. Y este no es su primer intento. ¡Recuerden! En 2018, con el proyecto " 100 días en el mar vs. 100 días en tierra ", comparamos la crianza de la misma añada: la mitad de los vinos habían permanecido a salvo en la bodega y la otra mitad había dado la vuelta al mundo en barco. Como resultado, el balanceo en las bodegas del barco había acelerado significativamente la crianza del vino.

PASO 1: LA MONTAÑA

Incluso en primavera, todavía se puede ver nieve allí. Altitud: 1800 metros.

Créditos de las fotos: Gilbert Bagès / Drinkinmoderation

El chalet familiar Jonquères d'Oriola se encuentra en Font-Romeu, en los Pirineos Orientales. Aquí es donde los viticultores de la finca siempre han almacenado su vino. Por supuesto, era necesario encontrar una ubicación más adecuada. Afortunadamente, el ayuntamiento, que participó en este innovador proyecto, nos proporcionó una bodega semienterrada en la roca, en pleno centro del pueblo. La temperatura es constante, con una media de 9 grados, lo cual es frío pero no incómodo, lo que permite que los vinos maduren sin congelarse.

PASO 2: EL MAR

De vuelta a tierra firme, o mejor dicho, en tierra firme. Altitud: 0.

Créditos de las fotos: Gilbert Bagès / Drinkinmoderation

Aquí, la suave poesía del oleaje acompañará las botellas de esta añada. Una añada que también es especial, por ser 100% Marselan, una variedad de uva cruce entre Garnacha Tinta y Cabernet Sauvignon.

La idea general de este néctar era preservar la frescura. La vendimia se realizó temprano por la mañana para obtener uvas frescas. Posteriormente, los vinicultores colocaron hielo seco en los remolques para evitar la adición de sulfitos y la maceración de las uvas: el frío es un conservante natural.
A continuación, comenzó una maceración muy larga de cuatro semanas a baja temperatura para crear una auténtica explosión de fruta y una capa de taninos. El objetivo: minimizar la intervención y los insumos para revelar mejor el terroir, por un lado, y la variedad de uva, por otro. «Es una IGP Côtes Catalanes, pero para mí no hay diferencia; trabajamos nuestras IGP como nuestras AOP: con precisión», concluye el enólogo.

PASO 3: EL RESULTADO

Normalmente, en este punto, ¡la pregunta te quema los labios! ¿A qué sabe en la copa? ¿Qué vino parece más joven?

En primer lugar, para probar el experimento en casa, debes saber que la botella debe servirse a 17 grados, es decir, después de haber pasado previamente al menos media hora en el frigorífico.

Créditos de las fotos: Gilbert Bagès / Drinkinmoderation

Sin duda, la versión Altitude te parecerá más joven, con fruta fresca y notas de pimienta y menta en el final. Un vino de color rubí que ha conservado su juventud, con notas de fruta negra fresca y un paladar suave y afrutado. El vino es fresco, vivaz, ¡y parece que necesita madurar más para perder su estructura tánica, aún crujiente!

{{widget type="Lpb\Core\Block\Widget\Blog" sku="MON20_ADR_AOU21"}}

Un poco más lejos, la versión marítima parece más madura, con una fuerte estructura de fruta madura y un final de cacao. En boca, el vino es redondo. Ha perdido su estructura tánica y se ha suavizado. «Está casi listo para beberlo hoy», resume Jean-Michel Deluc, nuestro sumiller.

{{widget type="Lpb\Core\Block\Widget\Blog" sku="BDM20_ADR_AOU21"}}

Más allá de la cata en sí, el vino, almacenado en condiciones óptimas, envejece más lentamente en altitud que en la llanura. Todos los vinos parecen más jóvenes. Esto se debe a la presión atmosférica, pero también al frío. Y esto se confirma con nuestra cuvée 100% Marselan que ofrecemos actualmente. El vino criado en la montaña ofrece un color más joven, una nariz más firme y un paladar más fresco, con su estructura ácida y tánica. El vino criado en la llanura ofrece un color más desarrollado, una nariz más abierta y un paladar más suave.

Quizás lo ideal sería disfrutar un vino añejado en altura. Una buena manera de ganar perspectiva, claro, ¡pero la sed no se mide en altura ni en anchura! Con moderación, claro.