Vino sin alcohol: ¿una alternativa para el verano?
Entre el aumento de las temperaturas, los largos días de sol y las comidas interminables, nuestros cuerpos anhelan un poco de ligereza. El alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede aumentar la deshidratación, perjudicar la digestión y hacernos sentir aletargados... justo cuando necesitamos frescura, energía y una mente despejada para disfrutar plenamente.
Si a eso le sumamos los viajes en coche, los días de deporte o los amigos que no beben, hay muchísimas oportunidades para brindar sin alcohol en verano. Pero ¿es el vino sin alcohol realmente vino? ¿Es bueno? ¿Debe ir en una nevera entre el rosado y el melón? Spoiler: sí, y explicaremos por qué.
¿Cómo se elabora el vino sin alcohol?
El vino sin alcohol es un vino auténtico, pero al que se le extrae el alcohol tras la fermentación. Se suele utilizar un método llamado desalcoholización al vacío, que conserva los aromas a la vez que elimina el etanol. También se puede obtener mediante ósmosis inversa o la técnica del cono giratorio (¡sí, es en serio!). Nota: para que se le llame "vino desalcoholizado", debe contener menos del 0,5 % de alcohol. Por debajo de este nivel, a veces se le denomina "bebida a base de vino aromatizada", especialmente si el método de producción es diferente.
¿Al menos tiene buen sabor?
Seamos sinceros: hace 10 años, nos habríamos quedado boquiabiertos. Pero hoy, el progreso es impresionante. Algunas bodegas trabajan sus añadas desalcoholizadas con la misma atención que con un vino clásico. El resultado: encontramos vinos sin alcohol frescos, equilibrados y, sobre todo, interesantes tanto en nariz como en boca.
¿Cuándo catar un vino sin alcohol?
En el aperitivo
¿Un blanco o rosado sin alcohol bien frío con aceitunas y focaccia casera? ¡Anímate! También es perfecto para un brunch.
A la mesa
Algunos vinos tintos sin alcohol maridan bien con una tabla de embutidos o un gratinado de verduras. Lo importante es elegir sabores intensos, no demasiado dulces, para no sobrecargar el plato.
En modo celebración
Los vinos espumosos sin alcohol son cada vez más populares en bodas, baby showers y eventos corporativos. Conservan el gesto tradicional del brindis, sin sus efectos secundarios. Nuestro consejo: Sirva el vino sin alcohol a una temperatura ligeramente más baja que el vino normal. Esto potencia la frescura y equilibra el dulzor.
¿Cómo elegir un buen vino sin alcohol?
Con la explosión de opciones, no todos los vinos sin alcohol son iguales. Algunos apuestan por la fruta, otros se centran en el espumoso, pero no todos están a la altura de disfrutar plenamente de una cata. Para evitar decepciones como las de un zumo de uva de alta gama, algunas pautas pueden ayudarle a tomar una decisión informada. Preste atención a lo siguiente en la etiqueta:
Menos del 0,5% de alcohol: este es el límite para que un vino sea considerado sin alcohol.
“Vino desalcoholizado” ≠ “bebida a base de vino aromatizado”: elegir añadas resultantes de un auténtico proceso de vinificación.
Variedades de uva utilizadas y método especificado: si el productor se toma el tiempo para detallar el enfoque, a menudo es una buena señal.
Cuidado con el azúcar: Algunos productos compensan la ausencia de alcohol con una buena dosis de azúcar o sabores artificiales. Evite una sensación demasiado almibarada en boca.
Consejo para lucirse a la hora del aperitivo
¿Y si preguntaras: "¿Sabías que el vino sin alcohol puede ser más complicado de elaborar que el vino clásico? Hay que conseguir eliminar el alcohol sin perder la esencia del vino... nada fácil cuando sabes que es el alcohol el que suele llevar los aromas".
¡Una excelente manera de iniciar una conversación, incluso con una bebida sin alcohol!