Diario de viaje / Borgoña
¡Este mes, Le Petit Ballon te lleva a Borgoña con el Saint Romain 2009 Château Corton André del pack Bel Âge !
A PIE, EN BICICLETA, A CABALLO, PERO TAMBIÉN SIMPLEMENTE EN COCHE...
Se dice que Borgoña es acogedora y festiva. Pero además, nos ofrece un territorio rico. Tanto si eres deportista como si prefieres la cultura, durante tu visita a estas regiones quedarás encantado. El Petit Ballon ha recorrido las carreteras entre Yonne, Côte d'Or, Nièvre y Saône et Loire.
En el camino a Santiago de Compostela, esta región es bien conocida en los libros de historia. Aquí se escribieron grandes historias, como la de Alesia, donde Vercingétorix sitió a los ejércitos de Julio César en el 52 a. C., o la de Cluny, donde los benedictinos convirtieron su abadía en el mayor centro espiritual e intelectual de Europa en el siglo X.
Para los senderistas, el Parque Natural Regional de Morvan es ideal para pasear. Descubra lugares vírgenes surcados por ríos murmurantes. Explore parques, cuevas y lugares misteriosos a lo largo del Sena y el Loira, el último río salvaje de Europa. Mención especial merecen las cuevas de Arcy-sur-Cure. Contienen frescos cuyas pinturas se dice que tienen más de 30.000 años de antigüedad.
REGIÓN PERFECTA PARA UN FIN DE SEMANA DE DIETA SOBRIA
Vinos y platos en salsa (con vino). Ternera, caracoles, mostaza. ¡Bienvenidos a la tierra de Miss Francia 2013! Es difícil conectar a la guapa morena con esta región que huele a terroir. Rica en especialidades legendarias que conforman la historia culinaria francesa, incluso de Franchouillard. De Beaune a Auxerre, pasando por Dijon, disfrutamos de lo mejor de la tierra, pura herencia. ¡Quiquiriquí!
Empezamos con productos legendarios. En cuanto a los productos animales, la carne de res es la reina suprema, acompañada de conejitos y, por supuesto, caracoles. ¡Pura herencia francesa, te lo aseguro! Quesos y champiñones. También es la tierra de la gougère, ese pequeño bollo de queso que cualquier inocente se lanza a comer hasta la extenuación, trufas —sí, tenía que ser un poco elegante— ¡y pan de jengibre! Ah, no lo sabemos lo suficiente. Pero sobre todo, sobre todo, no nos olvidamos de la mostaza de Dijon (apuesto a que no la habías pensado).
En cuanto a gastronomía, Borgoña es la región de los platos en salsa: la que hace tan popular al caracol, porque sí, digámoslo sin miedo, no sería nada sin su mantequilla de ajo, que terminamos con una generosa ración de pan, para finalmente beberlo directamente de la concha en un gesto de lo más glamuroso. También lo son, y sobre todo, todas estas salsas a base de vino, la de boeuf bourguignon y la cremosa meurette, hecha con vino tinto y especias, unidas con mantequilla y harina.
Y por último, un pequeño secreto: la fondue bourguignonne no es un plato regional, ¡sino que nos llega desde Suiza! Esto desmiente un mito.