Blog Noticias del vino Manon "Cada vez me piden más vinos elaborados por mujeres enólogas"
Manon "on me demande de plus en plus de vins de vigneronnes"

Manon "Cada vez me piden más vinos elaborados por mujeres enólogas"

¿Podrías presentarte en pocas palabras?
Me llamo Manon y llevo casi dos años gestionando la bodega de Lyon. Es una boutique única, la única fuera de París, que se integra a la perfección en el paisaje lionés.
Soy originario de Allier, un departamento a veces difícil de ubicar (risas), en el norte de Auvernia. Mis abuelos eran agricultores y crecí en una familia de gourmets, donde la buena comida, los buenos productos y la cordialidad eran valores esenciales.

No siempre has trabajado en el mundo del vino, ¿nos puedes contar algo al respecto?
Sí, es cierto. A los 18 años, dejé mi pequeño pueblo para estudiar periodismo en París. ¡Fue una experiencia fantástica! Después trabajé en prensa escrita, televisión y también en productoras.
Entonces, un día, tras una serie de encuentros, me ofrecieron ir a ayudar en la vendimia en Borgoña, en Chassagne-Montrachet. Era 2013, y por aquel entonces ni siquiera conocía el nombre de este pueblo, que sin embargo es una gran denominación (risas). Fue una inmersión total en el mundo del vino: descubrir las viñas, escuchar a los aficionados hablar de su trabajo, catar... Fue una auténtica revelación. Seguí ayudando en la vendimia durante varios años seguidos en esta zona, a la vez que profundizaba en mis conocimientos sobre el vino.
Luego, dejé París para irme a Lyon y me pregunté qué podría llenarme de verdad. El vino fue la elección obvia: siempre hay algo que aprender, ¡y nunca te aburres! Me formé, aprobé el WSET (Wine & Spirit Education Trust) y trabajé en diferentes puestos, desde ventas telefónicas hasta conserjería digital de vinos, antes de incorporarme a Le Petit Ballon a finales de 2021. Empecé en atención al cliente porque, a través de mis experiencias, me di cuenta de que el contacto directo con los clientes era lo que me llenaba. Hoy, como gerente de bodega, me complace compartir mi pasión con los clientes y aportar mi experiencia.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta es compartir e intercambiar. Cada día es diferente. Esto requiere una gran capacidad de adaptación, simplemente porque todos los clientes son diferentes, tienen distintas edades y distintos deseos. Me siento un poco como en una obra de teatro: doy mucho, pero recibo lo mismo. Los comentarios de los clientes suelen ser conmovedores. Por ejemplo, he tenido clientes que me han traído galletas navideñas hechas por ellos mismos. De hecho, la recompensa más sencilla es que los clientes se vayan (y vuelvan) con una sonrisa. Estos momentos de humanidad le dan a mi trabajo todo su significado.

¿Cuál es la pregunta más inusual o divertida que te ha hecho un cliente?
Hace poco, un cliente me pidió que armara una caja con solo mis vinos favoritos. Me dieron carta blanca, y me pareció un gesto muy agradable que un cliente quisiera probar mis vinos favoritos; ¡es una muestra de confianza! Sabiendo que suelo tener favoritos, fue un gran reto.
Y luego también hay casos en que los clientes vienen a comprar un vino como regalo sin conocer los gustos del destinatario ni el menú de la comida... y ahí, es un poco como un acertijo: ¡hay que encontrar un vino interesante para ofrecerles!

¿Existe una tendencia o evolución reciente en la forma en que la gente elige sus vinos?
Sí, en comparación con el principio, he notado que cada vez más clientes se atreven a pedir consejo, incluso aquellos que conocen el negocio. Una tendencia interesante que también he notado varias veces: la demanda de vinos elaborados por enólogas.

¿Tu mejor recuerdo o una anécdota memorable en la tienda?
¡Hay tantos! Podría escribir un libro (risas). Los clientes suelen compartir momentos íntimos, como estos recién casados ​​que me trajeron recuerdos de boda. Pero también eventos en la bodega, como el primer aniversario el año pasado, donde el tiempo parece detenerse y te encuentras rodeado de caras nuevas y clientes habituales.

¿Un vino o una región que descubrió a través de su trabajo y que le dejó una impresión duradera?
Diría que un vino siciliano, el Etna Rosso, que descubrí gracias a Petit Ballon. Este vino volcánico me animó a explorar Sicilia y refinó mis gustos.

Si pudieras presentarles a todos una región o variedad de uva, ¿cuál sería y por qué?
¡Me encantaría presentarles los vinos de la Côte Roannaise! Su variedad de uva, la Gamay Saint-Romain, aún es poco conocida, pero es una joya que vale la pena descubrir.

Por último, ¿tiene algún mensaje para todos aquellos que cruzan la puerta del sótano?
Ven tal como eres, sin prejuicios. Aquí, la clave es la diversión y la cordialidad. Tanto si eres principiante como si eres un experto, es el lugar perfecto para descubrir y compartir un buen rato. Mucha gente tiene prejuicios o teme que le hagan preguntas que no podrá responder. ¡Pero al contrario! Para quienes no saben mucho de vinos, esta será una oportunidad para aprender más. Además, en Lyon, siempre tenemos una lista de reproducción de música original, así que también puedes intercambiar canciones si el vino no es tu tema favorito (risas).




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