Sabemos lo difíciles que pueden ser las mañanas de lunes, ¡y es igual de difícil para nosotros! Así que decidimos extender el fin de semana un poco y llevarlos a Gironda , a Reignac de Blaye , para conocer a la familia Dubois . Si este nombre les dice algo, es normal, ¡Jean-Pierre y Nicole les ofrecieron este mes su delicioso Cuvée Prestige 2011 ! Sí, hoy los llevamos a Château les Bertrands , cuyas diferentes parcelas ocupan mesetas y laderas idealmente expuestas al sol del mediodía y del atardecer. Allí, las vides de Merlot y Cabernet en tinto y rosado, Sauvignon y Muscadelle en blanco, hunden sus raíces en los suelos de grava, arena y guijarros que descansan sobre un subsuelo de arcilla y grava. Es esta gran diversidad de terroirs y exposiciones la que da a los vinos una paleta tan hermosa de matices y expresiones. Jean-Pierre y Nicole desde hace unos cuarenta años, Laurent desde 1993, su esposa Isabelle y su hermana Sophie desde 2004, juntos, padres e hijos hacen todo lo posible para cultivar la nobleza del Château Les Bertrands y la denominación Premières Côtes de Blaye .

Asimilada a la AOC Blaye Côtes de Bordeaux desde 2009, esta denominación de origen de unas pocas docenas de hectáreas produce vinos blancos. La Sauvignon , una variedad auxiliar, se ha convertido en la variedad principal de esta añada. En una denominación poco conocida, la familia Dubois nos ofrece un vino expresivo y gourmet, deliciosamente perfumado y lleno de frescura . Nos cautivó esta añada Prestige, discretamente amaderada, con un Sauvignon maduro y fresco. El trabajo en el viñedo y la selección de la cosecha son similares a los de un Grand Cru, de ahí este resultado divinamente inesperado.

El Cuvée Prestige nos ofrece un color radiante y fresco, dorado pálido con juveniles reflejos verdes, de claridad cristalina. En nariz, una hermosa paleta de frutas (manzana, melocotón, pera, avellana, limón y pomelo) nos recibe desde el primer momento. Todo ello se funde con la finura y la frescura, con un toque de pimienta blanca, vainilla y tostado. En boca, el ataque es suave y potente, con sabores de frutas estofadas, para luego volverse etéreo y refrescante. Su persistencia en boca acentúa la sensación de frescura. Airear la botella una hora antes de servir a 10-12 °C. Idealmente, servir el vino como aperitivo, con pescado o marisco.

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